sábado, 29 de mayo de 2010

UR TEATRO en el Lope de Vega


El pasado día 26 de mayo se estrenó en el teatro Lope de Vega de Sevilla una versión de una obra emblemática dentro del género teatral, me refiero a “El sueño de una noche de verano”. Helena Pimenta, al frente de la compañía vasca Ur Teatro, presentó sobre escena una apuesta “remozada” del clásico de Shakespeare salpimentada con una prolija gama de tópicos y licencias en nombre de la innovación, esa gran meretriz del buen gusto.

Claro que hay que innovar. Pero qué precio estamos dispuestos a pagar por ello. Me pregunto si se puede considerar innovación introducir en la venerable obra a una panda de personajillos representantes de todos los tópicos asociados –desgraciadamente- a andaluces, gallegos, polacos y catalanes. Pero, curiosamente, los tópicos vascos brillaban por su ausencia y eso que la señora Pimenta los debe conocer my bien. Eso por no hablar de la escenografía, desangelada y rala, a modo de bosque enrarecido, donde unos actores que a veces no proyectaban correctamente la voz (las intervenciones de José Tomé eran prácticamente inaudibles desde el paraíso) realizaban bufonadas con indumentarias multicolores. Con todo, destacar las intervenciones de Cecilia Solaguren en el papel de Hermia o Jorge Muñoz como Lisandro.

La apoteosis final llegó con la compañía trasnochada de cómicos en escena y las piruetas flamencas de Rocío, que encarnaron perfectamente el espíritu descocado y disoluto de las limpiadoras andaluzas, de clavel reventón en el moño y pretensiones de vedettes libidinosas. Ante obras como ésta, sólo queda esbozar una sonrisa y dejar que el tiempo ponga a cada uno en su justo lugar.

Calidad del espectáculo: +
Calidad precio: +
Puesta en escena: ++
Coreografía: ++
Interpretación artística: ++

viernes, 12 de marzo de 2010

LIRISMO Y DISCAPACIDAD EN EL LOPE DE VEGA


El telón del Lope de Vega se abrió esta tarde de viernes para acoger a la Compañía DIN A 13 TranzCompany, que presentó su producción “Patterns beyond Traces”, un espectáculo de danza integrada constituido por cinco bailarines con y sin discapacidad física que exploraron en el escenario la capacidad del ser humano para vencer sus propias limitaciones físicas.
La sala que mostraba una afluencia escasa de público se tiñó de color, energía y lirismo para mostrar una serie de cuadros hilados con esmero por unos danzantes impredecibles que supieron mantener el suspense hasta el último momento, librando un pulso con ellos mismos para estallar en brincos y piruetas sorprendentes. Vinieron a mi mente evocaciones de las cerámicas griegas de figuras negras y escenas heroicas, imágenes palpitantes de los jeroglíficos del Antiguo Egipto y sinfonías corporales ancestrales y vigorosas. Todo ello para poner de manifiesto una idea, a saber, que las limitaciones sólo están en nuestra mente, pues el poder del ser humano sobre sí mismo es insondable y mágico. No en balde decía Pascal aquello de: “Antes se cansará la razón de inventar que el universo de maravillarnos”. ¡Qué gran verdad!

Calidad del espectáculo: +++
Calidad precio: +++
Puesta en escena: +++
Coreografía: +++
Interpretación artística: +++

SOBRE GALLINAS Y GALLINEROS

Decía Oscar Wilde aquello de: “No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo.” Este blog es sólo una prueba de ese decir libre y displicente en torno a lo que acontece en la ciudad de Sevilla, vinculado siempre al universo de las artes plásticas y escénicas.

El gallinero (Del lat. Gallinarĭus) es, según el RAE, el “paraíso del teatro” y es éste un lugar único, tanto por su perspectiva sobreelevada como por la masa que suele componer este lugar, tan “low cost” por otra parte. Ha sido, históricamente, punto de encuentro de conspiradores y caldo de cultivo de revueltas y tropelías socio-políticas (junto con el café); es el lugar más candente (con excepción de las tablas), el más visceral (aquí se aplaude a rabiar o se bosteza), el que otorga el veredicto más auténtico y sincero en nombre del arte, amén del más económico e incómodo (sobre todo, si se opta por la opción lateral y nula visibilidad). De cualquier modo, es el lugar donde te puedes encontrar desde un ama de casa haciéndose la manicura en la última fila mientras en escena Ana Belén interpreta a una dudosa Fedra, o donde el vecino se empeña en devorar ávidamente un cartucho de almendras garrapiñadas con el consiguiente rumor del envoltorio que anula cualquier tipo de concentración en la obra.

Este gallinero teatral, donde no falta la pluma ni las gallinas, ni los gallos de corral, es el lugar desde el que pretendemos lanzar una mirada a aquellos acontecimientos de la vida cultural sevillana que nos parezcan oportunos, y a los que obviamente nos permita la agenda asistir, ya que la vida moderna está plagada de deliciosos imperativos no siempre de tipo cultural a los que es difícil negarse.

Inaugurado queda, pues, este gallinero cultural. Guarden silencio que la representación va a comenzar.